Inicia sus estudios de arquitectura en Madrid en 1946, pero pronto los abandona por su vocación de pintor. El año siguiente organiza sus primeras exposiciones en Pontevedra y Vigo, cuando empieza a destacar como acuarelista. Rafael Alonso se dedicará fundamentalmente a esta técnica, siendo sus primeras obras esencialmente paisajistas. En 1952 se traslada a París durante dos años gracias a una pensión. Esto influirá en su técnica, que poco a poco va evolucionando hacia la síntesis, con objetos realizados en formas simples.